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#WorldPolioDay

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Fecha de Publicación
2016/10/25
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A mediados de la década de 1950, se hizo una encuesta en EE. UU. para averiguar qué era lo que más asustaba a los gringos. Era la época de la posguerra: el recuerdo de Hiroshima y Nagasaki estaba aún fresco en la memoria. Las tensiones de la guerra fría y la proliferación del arsenal nuclear hicieron que el claro ganador fuera la bomba atómica. En el segundo lugar apareció una enfermedad causada por una partícula de no más de 30 nanómetros de diámetro: el poliovirus.
La poliomielitis es una enfermedad muy contagiosa (como el sarampión), causada por un virus que invade el sistema nervioso y puede causar parálisis en cuestión de horas. Afecta sobre todo a los niños menores de cinco años. No tiene cura, pero es prevenible con la vacuna antipoliomielítica que, administrada varias veces, puede entregar protección de por vida.
El poliovirus es un virus perteneciente al género enterovirus de la familia Picornavidae (se pronuncia Picornávide: sé que quería saberlo). Es un virus exclusivo de la especie humana y se transmite principalmente por contacto con  materia fecal proveniente de individuos infectados. Los tres serotipos de poliovirus (polio 1, 2 y 3) han sido causa de pandemias durante buena parte del siglo XX. El principal síndrome asociado a este virus es la poliomielitis, cuya secuela típica es la parálisis asimétrica de las extremidades(1).
En los años 1950, la poliomielitis (o polio) era una enfermedad muy común, particularmente entre los niños. Entre 1944 y 1955 se produjeron en EE.UU. más de 400.000 casos, los que dejaron 22.000 niños muertos y otros tantos miles con diferentes grados de parálisis muscular. La polio causaba terror entre los padres y las vacaciones de verano eran una pesadilla, ya que en esa época se producía la mayor parte de los contagios.
Recalcamos: no existía (y todavía no existe) una cura para la polio. El virus infecta al sistema nervioso y puede provocar una deformación grotesca de las extremidades o bien impedir que los pulmones sigan funcionando por la parálisis de músculos respiratorios. Los hospitales se llenaron de unos aparatos conocidos como los «pulmones de acero», que parecen sacados de alguna película postapocalíptica y que le permitían a los niños seguir respirando.
Pero entonces ocurrió un avance científico tremendo, de esos que nos motivan para seguir cada día en esta carrera: en 1965, los casos de polio en EE.UU. se redujeron a apenas 61 y para 1991 no se había producido un solo caso en el mundo occidental. ¿Qué había pasado? Gracias a una campaña de recolección de fondos sin precedentes —conocida como La Marcha de los Centavos— y al trabajo titánico de Jonas Salk, un virólogo brillante, se logró desarrollar la primera vacuna que protege contra el virus de la polio. Al poco rato apareció una segunda vacuna —esta vez oral— desarrollada, también en EE. UU., por Albert Sabin. Ambas vacunas demostraron ser eficaces y seguras.
Chile pudo confirmar esto luego de que la vacuna de Sabin fuera aplicada en 1961, después de un gran brote de polio. Nuestro país —que siempre fue pionero en la implementación de programas de vacunación en América— logró erradicar esta enfermedad en 1975. Fuimos el tercer país del mundo en hacerlo. Un orgullo que ahora parece muy distante, considerando la judicialización y las polémicas artificiales que se ha montado en torno a la vacuna contra el virus del papiloma humano (que es segura y efectiva).
Debido a que el virus de la polio sólo puede propagarse en los humanos, existe la posibilidad de eliminar el virus de la naturaleza para siempre. No es algo imposible: en 1980, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró erradicada la viruela, otra de las enfermedades más temibles que el hombre ha conocido. La viruela fue erradicada debido a una enorme campaña mundial de vacunación y gracias al hecho de que es producida por un virus exclusivo de los humanos. La OMS ha planeado exactamente lo mismo para la polio.

¡Vamos por la erradicación de la polio en el mundo mundial!

En 1988, la OMS inició una estrategia global para erradicar la enfermedad, utilizando como principal herramienta la vacunación sistemática. Esta iniciativa permitió importantes logros, disminuyendo el número de casos de 350 mil notificados en 1980 a sólo 223 en el año 2012. Es precisamente en ese año, durante la 65° Asamblea Mundial de la Salud, cuando se declaró el inicio de la etapa final de la erradicación a nivel mundial.
Un momento... ¿Qué se requiere para erradicar un organismo? Suena fácil.
Pues para erradicar se necesita «sólo esto»(2):
Ausencia de reservorio no humano (es decir, que sólo el ser humano sea esencial para el ciclo vital del agente), y que el microorganismo no se multiplique en el ambiente.
Tener herramientas diagnósticas con capacidad de detectar los casos.
Tener una intervención efectiva. En este caso, una vacuna que interrumpa la transmisión.
Y por último, tener la capacidad de demostrar que tuvimos éxito en erradicarla. ¡YEY! :)
¿Y este virus reúne las condiciones para ser erradicado?
Pues sí, el poliovirus cumple con las 4:
¡Bien! ¡Vamos por esa erradicación!
Pero… momento... Falta un último esfuerzo:

Situación epidemiológica mundial

Vamos bien:
Casos año 1988: 350.000 Casos año 2016:   27
PERO
Actualmente existen 3 países en los que el virus de la polio continúa siendo endémico: Afganistán, Pakistán y Nigeria, que se sumó el 2016 :(
La respuesta en Nigeria debe hacernos reflexionar sobre la importancia de las vacunas. En este país, donde el acceso a servicios sanitarios es complejo dados los conflictos bélicos y desplazamientos de población, se está desarrollando la estrategia «hit and run» (3), donde helicópteros militares dirigen a los equipos sanitarios, vacunan y luego retiran al personal desde las zonas inaccesibles. Todos estos esfuerzos parecen lejanos para nosotros, ya que en nuestro país no necesitas a un helicóptero militar para acceder a una vacuna.

América y Chile

En nuestro continente, afortunadamente la situación es mejor. Ahora estamos celebrando 25 años sin casos de polio en Las Américas. El último caso lo detectamos el 23 de agosto de 1991, en Perú.
Los esfuerzos de los países (apoyados por la Organización Panamericana de la Salud) para vacunar a los niños y mantener altas coberturas de vacunación, sumado a una adecuada vigilancia de casos sospechosos para detectar el virus, han sido clave para la eliminación y mantención del título «Libre de polio»(4).
En Chile, la vacuna es un derecho y un deber (como todas las vacunas del Programa Nacional de Inmunizaciones) para todos los niños a los 2, 4, 6 y 18 meses, y está incluida dentro de las estrategias de prevención de las políticas de salud pública.

¿Y cuál es el plan?

Plan Estratégico 2013-2018 para la Erradicación de la Polio:
Este Plan es un estrategia mundial, donde todos los países deben hacer un esfuerzo para cumplir con las recomendaciones. Todos podemos aportar para avanzar en la erradicación al año 2018.
Una de las iniciativas que debemos destacar del plan de erradicación es el «Switch», o la sincronización para cambiar la vacuna trivalente a bivalente contra la poliomielitis. En TODO EL MUNDO. Del 17 de abril al 1º de mayo de este año. En un esfuerzo increíble y sin precedentes, todos los países acordaron realizar esto en 2 semanas. Y en Chile participamos, por supuesto.
Además, acordamos incorporar una dosis inyectable y modificar el contenido de la vacuna oral para retirar el virus Tipo 2 (asociado a casos de poliomielitis vacunal).
Es necesario que el mundo se una en esta cruzada. La poliomielitis es prevenible con una estrategia de comprobada efectividad. Pero para eso, todo niño debe estar inmunizado. «Casi» erradicado no basta. Mientras circule el poliovirus en cualquier lugar, hay un riesgo para niños en todas partes del mundo.
Los avances tecnológicos y de salud (gracias a las vacunas) no nos deben hacer olvidar que en los años 1950 la polio era un problema a nivel mundial, que era y sigue siendo una enfermedad terrible, y que un programa de vacunación constante es la mejor forma en que nuestro país siga libre de esta enfermedad.
¡A no bajar la guardia! ¡Vamos por esa erradicación total!
#EndPolio #VaccinesWork

Referencias

1.
Instituto de Salud Pública, Chile. Poliovirus [Internet]. Disponible en: http://www.ispch.cl/poliovirus
2.
Cochi SL, Dowdle WR, editores. Disease eradication in the 21st century: implications for global health. Cambridge, Mass: MIT Press; 2011. 319 p. (Strüngmann Forum reports).
3.
Lahariya C. Global eradication of polio: the case for “finishing the job”. Bulletin of the World Health Organization. 1 de junio de 2007;85(6):487–92.
4.
Organización Panamericana de la Salud. Las Américas cumplen 25 años sin polio [Internet]. Centro de Prensa. 2016. Disponible en: PAHO